

El lugar es im-pre-sio-nan-te. Kilómetros de dunas albergan un bosque alto de pinos, eucaliptus, cediendo espacio al Myoporus que forma el bosque bajo previo al pastizal, gracias al cual las dunas se fijan hasta la playa propiamente dicha; playa virgen, extensa, con arena gruesa, donde gaviotas y cormoranes realizan acrobacias para deleite del escaso público presente.

El camping, grande y muy forestado, cuenta con fogones, mesas, bancos, proveduría, tomas de luz, alumbrado eléctrico, un bar ambientado con excelente gusto, donde no sólo podés tomar o comer algo, sino que la buena música es el fondo ideal para una entretenida charla con el empleado y su novia que son unos macanudos... (les mando un abrazo a los dos).
¡Ah! les sigo contando... Te alquilan las bici, tienen escuela de surf, tirolesa, y otros deportes más que no sé el nombre (creo que es sandboard, no estoy segura, jajaja nosotros no somos muy deportistas). Baños muy limpios y duchas de agua caliente. La atención es excelente. Sobre las dunas, frente al mar, están los dormis para una familia tipo; bajás, cruzás un camino y llegaste al balneario y al sector de cabañas en medio de la playa... No sé si me explico, abrís los postigos y lo único que vez es arena y mar... ¡Hermoso! Ok, pero nosotros, para no perder la costumbre, ACAMPAMOS. La foto aquí arriba muestra la vista que teníamos de la parcela que habíamos elegido para armar el campamento. La forestación brinda sombra - se la agradece sobre todo al medio día -, y reparo del viento. Entre los acampantes había grupos de estudiantes, familias, pescadores, parejas; y también gente con motos, cuatriciclos, areneros, surfers, en fin... una vasta variedad que disfrutaba en diversas formas de ese increíble lugar, muy mágico... Acá abajo les pego el logo de "Aldea de Mar", la dirección y el concepto con que emprendieron este proyecto. Obviamente nosotros compartimos su ideología.
¡¡¡IMPORTANTE!!! Arenas verdes enfatiza en el USO CONCIENTE del agua dulce, ya que es un recurso escaso y proviene de una napa que no se encuentra conectada a ningún curso de agua. Los carteles están por todas partes: en la entrada, en los baños, y en las duchas se indica que no debe demorarse más de 10 minutos bajo el agua. La gran cantidad de basuriles y, en la barra del bar hay un hermoso cubo de vidrio lleno de tapitas de gaseosas y de agua mineral que juntan para el Hospital Pediátrico Garrahan, son muestras de la conciencia ecológica de los dueños de casa.

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